Tradicionalmente en todos los pueblos había siempre un espacio asambleario, un lugar donde los tratos se sellaban, donde se celebraban reuniones que, sin duda, influían en el presente y futuro del municipio. Estos foros son, popular y cariñosamente, conocidos como los ‘mentideros de la villa’.
En el caso de la villa de La Seca, era la botica, donde hoy se asienta la casa y bodega Barco del Corneta.